Seminario Clínico 2009.

El pasado jueves 15 de Octubre se realizó el último encuentro del ciclo de conferencias 2009 del I.O.M delegación Escobar, el cual tuvo lugar en la sede Campus de la Universidad del Salvador.

En esta oportunidad contamos con la presencia del Dr. Rafael Skiadaressis, la Lic. Ines Szpunt y el Dr. Roberto Ileyassoff, nuestro interlocutor, quien estuvo a cargo del cierre.

El Dr. Skiadaressis desarrolló su clase titulada ¨La práctica psicoanalítica en el ámbito de las instituciones de salud mental¨ presentando un recorrido histórico ubicando los siguientes puntos: La intersección entre el psicoanálisis y la psiquiatría en la salud mental y la salud mental como discurso del amo.

En relación a esto situó que el psicoanálisis tiene una visión microscópica, mientras que en la psiquiatría la visión es macroscópica. Además mencionó el DSM 4 que con su clasificación de trastornos mentales, tiene una visión ateórica.

Según su exposición la visión desde el psicoanálisis mantendrá la postura de “desconfianza del sabio”, dará un lugar al Sujeto en el otro y apuntará a reconocer su subjetividad, alojarlo.

Luego escuchamos a la Lic. Inés Szpunt quien se refirió a ¨ El lugar del psicoanálisis en la sociedad actual.¨ quien comenzó su clase tomando a un pensador del mayo francés llamado Guy Debord discípulo de Henri Le Febvre de la escuela situacionista para caracterizar la época. Debord, en su libro denominado La sociedad del espectáculo, anticipa lo que se estaba gestando y sucediendo con el sujeto y los medios de comunicación audiovisuales en la postmodernidad globalizada. Se referirá al espectáculo como una relación social, entre personas mediatizadas por imágenes. Dirá que constituye el modelo actual de la vida social dominante.

¨ La realidad surge del espectáculo y el espectáculo es real. Esta alineación reciproca es la esencia y el sostén de la sociedad de la época.¨

Describirá que a diferencia de la modernidad donde lo que circulaba era la mercancía, hoy lo que vende es la imagen, es el vacío encubierto por el ideal velando lo que solo es apariencia.

Se desprende de esto que el espectador es un individuo que funciona cautivado por la imagen, a priorizado el tener al ser, poseer objetos intercambiables cuyo brillo lo enceguece.

La sociedad del espectáculo, la que todo da a ver, cuanto mas muestra, más fascina y a su vez inmoviliza e inhibe la capacidad de actuar.

Quien nos habla ubicará tomando a Sinatra, en ese ¨nada acontece ¨ el sujeto espectador hipnotizado, una modalidad de goce autoeróticos, como efecto del voyeurismo paralizante.

Este autoerotismo desemboca en las dificultades de hacer lazo con el otro, es lo que marca como efecto del espectáculo, la característica de la época. Dirá que Debord proponía como salida el arte y planteará como interrogante: ¿Qué podemos proponer desde el psicoanálisis para despertar a este sujeto adormecido por la imagen?

En respuesta e esto situará al psicoanálisis en la vereda opuesta del discurso de la sociedad del espectáculo, debido a que propone la palabra como mediación, en un cuerpo a cuerpo.

Cada sesión con un psicoanalista implica una contingencia, es decir un azar, afirma que lo vivo vale la pena de se dicho, en un cuerpo a cuerpo, en un tiempo propio. Un trozo de poesía que el sujeto da a su existencia, o sea es un paréntesis un trozo de tiempo sustraído a la locura del reloj del sujeto contemporáneo. Esto produce despreocuparse de la búsqueda común y encontrarse en su deseo y su goce, el de su singularidad, que rompe con la violencia que es el efecto en el sujeto de la especularización de la imagen.

O sea hay despertares particulares y para eso esta el analista para escucharlos y ver de qué forma nueva se disfraza el inconciente.

Hacia el final de las conferencias el Dr. Roberto Ileyassoff concluyó: ¨…la oposición entre psicología individual y psicología social o colectiva, que a primera vista puede parecernos muy profunda, pierde gran parte de su significación en cuanto la sometemos a un más detenido examen. La psicología individual se concreta, ciertamente, al hombre aislado e investiga los caminos por los que el mismo intenta alcanzar la satisfacción de sus instintos, pero sólo muy pocas veces y bajo determinadas condiciones excepcionales, le es dado prescindir de las relaciones del individuo con sus semejantes. En la vida anímica individual, aparece integrado siempre, efectivamente, «el otro», como modelo, objeto, auxiliar o adversario, y de este modo, la psicología individual es al mismo tiempo y desde un principio, psicología social, en un sentido amplio, pero plenamente justificado."

Esta cita de Freud, en su texto "Psicología de las masas y análisis del yo ", sirvió de apoyo para presentar la problemática del otro en Freud a través de sus Escritos Sociales. Se eligió denominar de este modo a "Tótem y Tabú", a "El malestar en la cultura " y a "El porvenir de una ilusión”.

El Dr. Ileyassoff relacionó esta problemática con las de las otras ponencias acerca de la práctica psicoanalítica en el ámbito de las instituciones de la salud mental y acerca del lugar del psicoanálisis en la sociedad actual, dando por finalizado el encuentro.